... pero ¿Qué es realmente el poliamor?

¿Aún no tienes claro en qué consiste el poliamor? ¿A qué podemos denominar realmente poliamor y a qué no? ¿Te interesa el tema pero no conoces bien los conceptos? Empápate de poliamor en esta sección.

¿Qué es poliamor?

La palabra poliamor procede del griego (poli: muchos) y el latín (amor: amor), aunque llega a España desde su adaptación al inglés: Polyamory. Su significado literal sería “muchos amores”. 

Simplificándolo mucho, el poliamor, a diferencia de las relaciones monógamas, consiste en amar a varias personas a la vez, de forma consensuada, consciente y ética.

Pero aunque parta de esta sencilla premisa, podemos encontrar muchísimas variantes dentro del paraguas del poliamor.

En líneas generales, las personas que lo viven y defienden consideran que el amor no tiene que estar restringido por las cadenas de la tradición, por leyes arcaicas o por creencias culturales o religiosas restrictivas sino que, de mutuo acuerdo, se permite poder ampliar la vida amorosa y sentimental más allá de la clásica pareja heterosexual u homosexual.

La única condición para que una relación poliamorosa sea saludable es el acuerdo transparente y honesto de cada una de las partes que forman la relación.

ENTONCES...

¿Cuántos tipos de poliamor hay?

Hablando con toda honestidad, definir cuántos tipos diferentes de relaciones poliamorosas hay es como intentar ponerle puertas al campo.

Sería muy pretencioso enumerar unos modelos rígidos y concretos con cierta rigurosidad, ya que la naturaleza misma del poliamor implica que cada relación puede ser diferente dependiendo de los acuerdos a los que lleguen los miembros que la forman.

De hecho, podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que en dos relaciones poliamorosas aparentemente iguales, formadas por varias personas de idéntica orientación sexual, formación, estrato social e, incluso, parecido físico y edad, al preguntar por las normas que rigen la relación dentro de cada grupo, nos encontraríamos con notables diferencias entre ambas.

¿Es, por tanto, cada relación poliamorosa un modelo de relación en si misma? Absolutamente sí. Y es por esta libertad y diversidad que hay personas a las que les cuesta entender la multiplicidad del poliamor y quizá preferirían que se les diera un plantilla o esquema a seguir, pero ¡ay! esto no existe en el poliamor. Hay que currárselo, con inteligencia, cariño e implicación.

Vamos a marcar unas pocas pautas que sí que podríamos asegurar que son inherentes a la práctica poliamorosa.

1. Las personas que se identifican como poliamorosas rechazan la visión de que la exclusividad afectiva y sexual intrínseca a la monogamia son esenciales para tener relaciones amorosas profundas, comprometidas y a largo plazo.

2. El sexo no es el fin principal de una relación poliamorosa. El aspecto sexual, que suele estar presente en la mayoría de las relaciones poliamorosas, viaja por detrás del afecto y la intimidad. En este sentido, la honestidad de todos los miembros es particularmente importante en una relación poliamorosa en el apartado del sexo seguro. Cada grupo debe acordar cuáles son las medidas de protección adecuadas para todos los amantes implicados y respetarlas rigurosamente.

3. La relación poliamorosa no es exclusiva en el tiempo y puede ir y venir a lo largo de la vida según las inquietudes y necesidades de las personas. Como ocurre en la monogamia, una relación poliamorosa puede romperse después de un tiempo y que sus miembros se separen. Acto seguido, las personas que la formaban, quizá vuelvan a encontrar un lugar confortable en otra relación poliamorosa, o prefieran estar solos una temporada o quizá se encuentren felices en una relación monógama durante otra época y luego volver al poliamor, etc. Nada especialmente distinto al resto de relaciones personales…

¿Qué no es poliamor?

Quizá eres de esas personas a las que le resulta más fácil comprender qué es el poliamor entendiendo lo que seguro que no es…

Pues bien, ten por seguro que el poliamor NO ES poligamia. La poligamia implica matrimonio y puede referirse a un hombre casado con varias mujeres o a una mujer casada con varios hombres. La poligamia suele guardar relación con sociedades tradicionales de territorios poco industrializados como ocurre en algunos países de África y el Medio Oriente, y en ciertas comunidades indígenas ajenas a la vida en los grandes núcleos urbanos. En España está prohibido contraer matrimonio con más de una persona. Además de su implicación con el matrimonio, que no es necesario en una relación poliamorosa, la poligamia no admite que las personas que forman ese matrimonio puedan ser del mismo sexo. El poliamor, por supuesto que si admite relaciones entre personas del mismo sexo.

El poliamor NO ES amor libre, ni intercambio de parejas, ni relación abierta, ni orgía.
Hemos englobado juntos estos conceptos bastante conocidos por la población porque habitualmente comparten, a diferencia del poliamor, poner en primera instancia las relaciones sexuales sobre el amor. Veamos las diferencias:

El poliamor no es amor libre porque las relaciones de amor libre, que tuvieron su auge en la revolución sexual de los años 60 del siglo XX coincidiendo con la eclosión del movimiento hippie, fueron parte de un movimiento que, bajo el lema «Haz el amor y no la guerra», pretendía ser un revulsivo contra las apocadas costumbres sexuales de décadas anteriores.
Una sexualidad desenfrenada y la búsqueda de la espiritualidad a través de la experiencia sexual se convirtió en norma en los grupos contraculturales de los jóvenes norteamericanos y europeos.

El poliamor no es intercambio de parejas
porque, como su nombre indica, el intercambio de parejas implica que dos personas que guardan fidelidad amorosa acuerdan mantener relaciones sexuales esporádicas con otras dos personas que, igualmente, guardan fidelidad amorosa.

El poliamor no es relación abierta porque, como en el caso anterior, el punto de partida es siempre la pareja que, de mutuo acuerdo, permite a sus componentes mantener relaciones sexuales por separado con otras personas a modo de experiencia pero donde se debe mantener la fidelidad amorosa.

El poliamor no es orgía (ni trío, gangbang, etc.) porque el fin último de esta práctica es puramente sexual. La presencia del amor no se requiere en este tipo de relaciones.

¿SON POR ELLO ESTAS PRÁCTICAS CENSURABLES O CONTRARIAS AL POLIAMOR?

La respuesta es NO.

El poliamor no es como encontrar trabajo o comprar una entrada de cine.
Si tienes una personalidad receptiva a mantener relaciones poliamorosas, sé consciente de que no hay ningún lugar para presentar el curriculum vitae ni para adquirir un asiento donde vayas a encontrar las personas perfectas para tu relación poliamorosa.
El poliamor, del mismo modo que el amor monógamo, llega cuando llega, y aparece a través de la persona o personas que te atraen y de las que te enamoras.

Si a esa persona o personas las conoces en la Universidad, en el trabajo, en un bar, en un centro comercial, en internet, en una relación abierta o en una orgía es totalmente indiferente. Lo importante es que lleguen y llenen tu vida de amor, cuidado y respeto y tú, la suya o suyas.

En resumen, se puede afirmar que estas prácticas que hemos enumerado más arriba (descartando la poligamia, lógicamente) pueden ser casualmente un camino más para encontrar el poliamor (por supuesto no el único, que nadie se confunda) pero no debemos identificarlas nunca con modelos de relación poliamorosa, porque carecen de la implicación, el consenso y el sentimiento propios del poliamor.

Ya hemos aprendido un poco de la teoría, pero…

¿CÓMO EMPEZAR EN EL POLIAMOR?

Si has leído esta sección, quizá te apetezca saber más acerca de cómo sentar las bases para crear una relación poliamorosa. Si es así, haz clic en el botón.