Se conoce como parafilia al patrón de comportamiento sexual que provocan en algunas personas ciertos objetos, cierto tipo de situaciones, actividades o individuos concretos.
Las parafilias no se consideran insanas de partida siempre que la persona o personas involucradas lo ejerzan de manera voluntaria, no obsesiva, y no produzcan daño ni perjuicio para ninguna de las partes. De otra forma, y llevadas al extremo, hay prácticas que son consideradas delitos y están tipificadas en el Código Penal.
El fetichismo es una parafilia que consiste en la excitación erótica a través de un objeto fetiche, como una prenda de vestir, una parte del cuerpo en particular (parcialismo), o una acción. Se destaca sobre otras parafilias porque está bastante extendida entre la población, aunque existan muy pocos estudios rigurosos al respecto.
Hasta hace pocas décadas, las parafilias fueron consideradas perversiones y eran castigadas con diversas penas. Incluso el sexo oral, anal y la masturbación eran consideradas prácticas parafílicas. Actualmente, están fuera de esa consideración.

