Si es así, ¡ESTUPENDO!
Y si es tu deseo encontrar a aquella/s persona/s a la/s que quieras hacer feliz y quieran ser también felices a tu lado en alguno de estos modelos de relación, permítenos desearte mucha suerte e insistirte en que el respeto mutuo y la honestidad serán los mejores aliados para una relación enriquecedora y saludable.
Y ahora, un pellizquito de realidad: lamentamos tener que recordarte que el mundo sigue lleno de actitudes contrarias a las relaciones no monógamas. Por eso, te planteamos aquí algunas de las críticas que puedes llegar a encontrarte en el camino, pues no todas las personas entenderán o empatizarán con el tipo de relación que a ti te hace tan feliz.
Quizá tengas que prepararte para opiniones como éstas incluso llegadas desde tu entorno más cercano:
· Las personas no monógamas tienen fobia a comprometerse.
· Las personas no monógamas son personas inmaduras.
· Las relaciones no monógamas son relaciones incompletas.
· Las personas no monógamas lo son porque todavía no han conocido a una persona especial que les haga cambiar de opinión.
· Una relación no monógama es una perversión sexual.
· Las personas no monógamas son amorales.
· Las personas no monógamas piensan y viven solo por y para el sexo.
Si te encuentras con alguna de estas afirmaciones, debes saber explicar, si es que te interesa que te comprendan, que éstas ideas suelen ser mantras instalados por la tradición monógama heterosexual y que la realidad de las relaciones no monógamas es que las personas que deciden seguir este tipo de modelos relacionales toman la decisión de manera consciente y consensuada con el resto de las partes implicadas.
En el plano de la comunicación, base de cualquier tipo de relación, podríamos asegurar que una relación no monógama es un acuerdo muy completo, complejo y maduro ya que hay varios interlocutores que aceptan cumplir sus acuerdos con una importante base de ética y compromiso, de buen grado y con la intención de facilitar la felicidad de todos los miembros.
Y eso, perdonen ustedes, es para quitarse el sombrero…