No. Y es muy importante no confundirlo.
La orientación o inclinación sexual es una atracción emocional, romántica, sexual o afectiva duradera hacia otras personas que surge a principios de la adolescencia sin ninguna experiencia sexual previa y que los psicólogos consideran que no puede cambiarse voluntariamente. Con este concepto nos referimos al sexo por el que una persona se siente atraída sexualmente (si se siente atraída por alguno).
Por otro lado, la identidad sexual o, más correctamente, identidad de género, refleja cómo la persona se reconoce a sí misma, independientemente de su inclinación sexual, ya sea de género masculino, femenino, una combinación de masculino y femenino o ninguno de éstos (genderqueer en inglés o género queer en castellano, género no binario, género neutro o género fluido, dependiendo de los casos).
La identidad sexual es lo que lleva a las personas transgénero a iniciar un proceso de transición social e incluso médica para convertirse en la persona del género al que sienten internamente que verdaderamente corresponden.
Por último, se conoce como cisgénero a las personas cuya identidad de género concuerdan con el género asignado al nacer.

